Para ser feliz en el inmenso mar
solo precisamos de dos bocas y una barca.
Unos remos que hurguen el deseo
y unas manos turbias que jueguen a encontrarse.
Es simple mantener el equilibrio
si dirigimos nuestro amor hacia el futuro.
Pero a veces las barcas dan un vuelco
y se ahoga –irreversiblemente–
el rumbo de una vida.
4 comentarios:
Directo desde tu imaginería canaria hasta mi corazoncito alcarreño! Qué bonita... ¿Quién quiere periodistas habiendo poetas de la calle como tú?
Yo la mejor rima que he hecho es la de 'pa chulo, chulo..' Sniff
surcando el mar del amor, un trabalenguas fonético.
La barca es imprescindible.
Y sus remos y su equilibrio para sostener el deseo de bocas y de manos.
Por lo menos mientras no vuelquen y se nos ahogue el rumbo.
Abrazos.
Alguien conoce un "salvavidas" del amor ?
Si hay "vuelta de campana" a un sentimiento solo queda "bracear" hasta la orilla y comenzar a construir otra barca mas fuerte y resistente.
O no ...
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