domingo, enero 20, 2008

Invisibles II



Crímenes invisibles

El poblado ha perdido su luz.
Se esconde moribundo en las chabolas.
Su silueta se arrastra entre la paja
buscando los rincones robados a la vida.
Sus testimonios doloridos se deshacen
poco a poco, caen de los taburetes y se rompen.

Entonces viajan sus contornos
en los botes descoloridos de los ríos,
se refugia cada trozo, cada huella hallada
y brillan lentamente. Adquieren ese tono rojizo
que el cielo suele reclamar para la tierra.

El tambor y los silbidos de su piel
braman áridos lamentos, esperando un nuevo sol
que nos oiga. No sabemos si vendrá,
si reclamará cada pista, cada surco violado,
cada llanto escondido, cada yuca arrancada,
cada bala incrustada en la mañana,
cada párpado cerrado enfrente del cuchillo,
cada crimen tapiado en pozos de silencio.

No sabemos.

No hay comentarios: