jueves, enero 18, 2007

El paraíso





Cuando todo hubo acabado

su cuerpo levitó entre nubes.

Surcó los mares de algodón

palpando el tacto espeso de la luz

con sus manos de codicia. Y subió.

Ya en el cielo,

ansioso,

preguntó:


-¿Y el paraíso?

-Lo acaba usted de dejar atrás.

lunes, enero 01, 2007

















Navidad

Humo de leña,
escarcha en el campo,
aroma de invierno…

Las luces parpadean el amor,
las bengalas prenden fuego a otro año
donde los deseos brillan eternos
y palpita un secreto de canela.
Con el árbol de mi niñez
y la guirnalda de mis manos
busco en el belén de esta ciudad
la estrella que ilumine mi camino.
La inocencia de aquel niño que fui
se enfrenta ante el adulto:
el tiempo escuece
a esta infancia de hollín y mazapán,
y llora una lágrima en almíbar.

¿La fe?
a fin de año la descorcho
para que la espumosa realidad me enfríe
en este brindis por la vida
y se esfume así la manera de creer
en los sueños de rey mago.
Paz, felicidad y amor
son utopías turroneras
que Papá Noel prefiere colar
por la chimenea del iluso.

En la carta o en el saco
ni siquiera cabe el tiempo,
ni el tictac de unos ojos
muertos por querer vivir.

Otro año, el campanario hace balance
con los cuartos del propósito y la reflexión.

Doce uvas,
doce segundos,
doce veces la certeza
de que existo.
Dos mil siete sueños incompletos
en el reloj de mi juventud.