Y aún y aún,
mi rostro contra el rostro
picado por la lluvia,
espero,
salpicado por el ruido de la resaca ciudadana.
Vladímir V. Maiakovski
La lluvia me persigue con sus brazos mojados
y las calles abren sus venas dolorosas
derramando la soledad en cada palmo de barro.
Se hielan las tres de la mañana en el crepúsculo,
una plaza, un vagabundo, la poesía
muerta de frío, desnuda en aquel callejón.
Un par de manos acariciadas por el viento
agonizan en el último calor de la nostalgia.
Las paredes infinitas de la noche
acogen las espaldas bucólicas del poeta.
Las botellas y sus rastros de sed envenenada,
la luna penitente en la penumbra, sigilosa.
Aparece un puñal rápido en la herida,
melancolías borrachas cruzan semáforos
y tropiezan con los baches de la carne.
Cuánta sangre encharcada en el costado,
cuánta arena tragada por el pecho.
El náufrago ahogado en la tormenta,
los barriles que bailan con los coches
y en alta mar se divisa una farola peligrosa.
Cómo sobrevivir a la tormenta, cómo salir
de este laberinto de edificios solitarios.
Cómo evitar los escapismos de su sombra,
los gestos ávidos que planeó la madrugada.
Las alcantarillas recorren las miradas
las bocas grises, los besos deshauciados,
los perros ladran y muerden los silencios
los cristales rotos recomponen corazones,
pero cómo, cómo asirse al precipicio húmedo
al borde aguado de las escaleras de emergencia
al páramo enrejado en las hiedras trepadoras
si han muerto cien noches en las aceras oxidadas,
si sus clavos hirientes se le asestan a la vida
y se me sigue hundiendo la eterna placa de hielo
que marca las tres en el crepúsculo.
y las calles abren sus venas dolorosas
derramando la soledad en cada palmo de barro.
Se hielan las tres de la mañana en el crepúsculo,
una plaza, un vagabundo, la poesía
muerta de frío, desnuda en aquel callejón.
Un par de manos acariciadas por el viento
agonizan en el último calor de la nostalgia.
Las paredes infinitas de la noche
acogen las espaldas bucólicas del poeta.
Las botellas y sus rastros de sed envenenada,
la luna penitente en la penumbra, sigilosa.
Aparece un puñal rápido en la herida,
melancolías borrachas cruzan semáforos
y tropiezan con los baches de la carne.
Cuánta sangre encharcada en el costado,
cuánta arena tragada por el pecho.
El náufrago ahogado en la tormenta,
los barriles que bailan con los coches
y en alta mar se divisa una farola peligrosa.
Cómo sobrevivir a la tormenta, cómo salir
de este laberinto de edificios solitarios.
Cómo evitar los escapismos de su sombra,
los gestos ávidos que planeó la madrugada.
Las alcantarillas recorren las miradas
las bocas grises, los besos deshauciados,
los perros ladran y muerden los silencios
los cristales rotos recomponen corazones,
pero cómo, cómo asirse al precipicio húmedo
al borde aguado de las escaleras de emergencia
al páramo enrejado en las hiedras trepadoras
si han muerto cien noches en las aceras oxidadas,
si sus clavos hirientes se le asestan a la vida
y se me sigue hundiendo la eterna placa de hielo
que marca las tres en el crepúsculo.
10 comentarios:
Triate tu nocturno a las tres de la mañana.
Quizás la noche lluviosa no dé para mucho más.
Pero a veces hay que disimular.
Un abrazo.
Me he enamorado de tí. Amo esta foto¡¡¡¡
Gafaspasta Power¡
:)
Supremo. Qué poema tan bueno, Alb.
MARAVILLOSO.
No puedo resaltar nada, porque volvería a copiártelo entero.
¡Qué bueno eres!
Besos.
Me ha gustado mucho, me recuerda a lo que yo escribo, el poema de Miguel Huezo Mixco... Increible, sin palabras.
Si te apetece leerme, tb suelo estar por aquí
http://resonanciasvitales.blogspot.com
Me uno a tu lista de adoradores.
Pero no a la de la señorita Panki Bruster, que conste. El tío sigue siendo un macho ibérico a la altura de Alfredo Landa.
Huelo a alcohol, mientras leo madrugadas en las calles de ésta, tu poesía. Las noches que parece tengan 24 horas al día...
Como cristales en el estómago.
Bueno, volveré por dos motivos, el otro es nuestra IU.
Insonorizadas las calles,
resumiría esta crisis de alcohol y noche
como el triste remedio
de una farola apolillada
que ruega un descanso.
Muy bueno.
p.s.nunca hubiera relacionado a Sabina.Gracias por la aportación.
Albert!! Eres un artista! Me encanta la foto! y el poema más :)
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