lunes, enero 01, 2007

















Navidad

Humo de leña,
escarcha en el campo,
aroma de invierno…

Las luces parpadean el amor,
las bengalas prenden fuego a otro año
donde los deseos brillan eternos
y palpita un secreto de canela.
Con el árbol de mi niñez
y la guirnalda de mis manos
busco en el belén de esta ciudad
la estrella que ilumine mi camino.
La inocencia de aquel niño que fui
se enfrenta ante el adulto:
el tiempo escuece
a esta infancia de hollín y mazapán,
y llora una lágrima en almíbar.

¿La fe?
a fin de año la descorcho
para que la espumosa realidad me enfríe
en este brindis por la vida
y se esfume así la manera de creer
en los sueños de rey mago.
Paz, felicidad y amor
son utopías turroneras
que Papá Noel prefiere colar
por la chimenea del iluso.

En la carta o en el saco
ni siquiera cabe el tiempo,
ni el tictac de unos ojos
muertos por querer vivir.

Otro año, el campanario hace balance
con los cuartos del propósito y la reflexión.

Doce uvas,
doce segundos,
doce veces la certeza
de que existo.
Dos mil siete sueños incompletos
en el reloj de mi juventud.

10 comentarios:

ybris dijo...

Recuerdos y sensaciones sobre el dolor del tiempo preciosamente escritos.
Yo también te voy leyendo con sorpresa.
Gracias por tus palabras y tu visita.

Un abrazo

JeJo dijo...

- A veces también hay que brindar por utopías sonadas ...
Quien sabe, puedan hacerse realidades en el tiempo nuevo.
Un abrazo.

sergisonic dijo...

Estas letras las guardo, me han gustado demasiado: secretos de canela, lágrimas en almibar... Las guardaré junto a mis recuerdos de jijona, que también los hay.

Mientras haya sueños incompletos, hay un qué por el que pensar, por el que andar.

Un abrazo sónico

Caperucito Lorca dijo...

Ybris, el tiempo a veces duele y a veces endulza. Gracias por pasarte.

Caperucito Lorca dijo...

Claro jejo, yo soy pionero en brindar por las utopías, para que dejen de serlo algún día... algún día...

Abrazo devuelto.

Caperucito Lorca dijo...

Jajaja Sergi, los rescuerdos de jijona también los hay...

Siempre cumpliendo sueños...
Te lanzo una manzana de la abuela. Abrazo devuelto.

mariposa africana dijo...

ola pequeño!
A mi antes papa noel me visitaba entrando por la chimenea de los vecinos y hasta le veía venir por la ventana, volando con los renos cuando apagabamos la luz y encendíamos bengalas.Ahora solo vistita ya a mis primillas y nos escondemos pra q no nos vea y se enfade (aunque seria peor si le vieran ellas...) en fin, en cada casa entrara de una manera...pero parece que todas las navidades huelen igual, a humo de leña que entra fresco cuando respiras, al mazapán ese que hace alguna tia y... el almibar de la macedonia ( que lo mejor de todo es hacerla ahi, en la cocina, contando historias...que se repiten año tras año...
Me esta gustando mucho tu blog. sigue asi!

Caperucito Lorca dijo...

Ummm, acabo de percibir la macedonia de alguna de tus tías. Qué rico.

Mariposita, muchas gracias por tu comentario. Los africanos somos unos juerguistas... pero durante enero y febrero, este africano que aquí escribe estará encerrado en la biblio xD espero que me acompañes jaja. Un beso inmenso y nos vemos en unos días.

José Mari dijo...

Caperucita, qué bien va tu camino de losetas amarillas poéticas. Has crecido mucho en este año que llevamos compartiendo foros, blogs y aulas (uf, qué te echo de menos, leche). Este texto utópico debería sernos inolvidable. Un abrazo.

Caperucito Lorca dijo...

Este año me lo he pasado divinamente. A veces me acompañaron la decepción, el miedo o el fracaso, pero mi camino de losetas lo he bordado con una sonrisa en el pecho. Gracias por estar ahí.

Yo también te echaba de menos. El café estuvo muy bueno, por cierto. Jaja... Seguimos on-line.